Cómo hacer una introducción que cautive a tus lectores [Guía sencilla]

Cómo hacer una introducción que cautive

¿Sabes qué es lo más importante de un texto después del título? ¡Sí, la introducción! Aunque el contenido de tooodo el texto haya sido excepcional, si tu introducción es mala, ¡olvídalo! Nadie o pocas personas leerán tu escrito.

La introducción es el primer contacto con tus lectores, por lo tanto, deberás usar palabras y un tono que lo atraiga desde el principio, que lo hagan sentir identificado y lo motive a seguir leyendo tu contenido.

En el mundo del marketing de contenidos existen un sinfín de distracciones que pueden lograr que las personas prefieran hacer cualquier otra cosa que leer ese artículo en el que te esmeraste tanto o esa estrategia que te costó tanto trabajo terminar.

Es por eso que a lo largo de este artículo te estaré dando consejos para conseguir que tus introducciones cautiven.
 

Definiendo el concepto de introducción

Una introducción es el inicio del texto y su función es familiarizar al lector con el tema sobre el que vas a hablar. Es darle un contexto y explicarle de qué tratará el resto del texto.
La introducción de un texto sirve para justificar la lectura y es el parteaguas de lo que contiene el texto. Es un elemento importante ya que con ella podemos cautivar al lector y crear curiosidad en él, lo que hará que quiera seguir la lectura.

Recuerda que la primera impresión es la que cuenta, es una oportunidad importante que tendrás para lograr que tu lector se identifique con tu tono, es decir, la forma en que te vas a referir a él. Tendrás que dejar claro el mensaje que quieres transmitir y sobre todo, que se interese en tu contenido.

A lo largo de este artículo encontrarás consejos que serán de mucha ayuda para escribir una buena introducción…

Tipos de introducción

Tipos de introducción

Es cierto que las introducciones siguen una misma estructura, lo que varía es el contenido que hay en ella. Este cambio proviene del propósito que tenga dicho texto. Gran parte de las introducciones tomarán una perspectiva narrativa, analítica o persuasiva.

Introducción narrativa

Es aquella en la que el redactor cuenta una historia. Por lo general, el gancho es un pequeño fragmento de dicha historia.

Ejemplo:

“Mis días como mamá transcurrían con normalidad pero realmente no estaba preparada para lo que venía, ¡qué equivocados estamos cuando pensamos que la vida sigue su curso normal y tranquila! Se avecinaba un cambio tremendo y que me tomó por sorpresa…”

Introducción analítica

En este caso, se brinda información para educar al lector sobre el tema que tratará el escrito. Para enganchar a tu público puedes hacer una pregunta retórica o una declaración informativa que nos da pistas sobre el punto principal del escrito desde el primer momento. Te aconsejo utilizar preguntas retóricas en el inicio.

Ejemplo:

“El marketing digital es la aplicación de estrategias aplicadas a medios digitales como redes sociales, páginas web, correo electrónico, etc. A lo largo de este artículo iremos dejando claro sus beneficios y las principales estrategias…”

Introducción persuasiva

Esta introducción hace uso de ethos (el contenido debe presentarse de manera confiable para hacerlo creíble), pathos (evocar emociones y sentimientos en su audiencia) y logos (razonamiento lógico detrás de las afirmaciones). La combinación de estos tres le dará a tu introducción la capacidad de persuadir a tu lector.

Ejemplo:

“¿Quieres saber por qué es recomendable hacer una investigación de mercados? Una investigación de mercados te va ayudar a conocer cuáles son las intenciones de compra de tus consumidores, te da retroalimentación sobre el crecimiento y comportamiento del mercado al que perteneces y te puede ayudar a descubrir información de valor para estimar los precios de tus productos o servicios…”

Preguntas que debes responder en tu introducción

Para que la introducción de un texto logre ser atractiva tendrá que responder ciertos cuestionamientos. Una estrategia bastante interesante es iniciar con una pregunta, relativa a algún problema o situación que resolver por parte del usuario. Al hacer esto lograremos que el usuario se identifique con el tema y quiera saber más al respecto.

Si un texto ofrece la oportunidad de interactuar entonces se generará un vínculo de confianza desde el inicio.

De entrada, las preguntas que debes responder en una introducción son:

  • ¿Qué? Explicarle al usuario sobre qué trata el tema en general.
  • ¿Para qué? Indicar la importancia del texto en la vida del lector.
  • ¿Qué encontrarás? Cuéntale al usuario, a grandes rasgos, qué tipo de contenido encontrará.
  • ¿Cómo? Asegúrate de dejar claro de qué forma será abordado el tema, desde qué perspectiva.

Consejos para la introducción perfecta

A continuación encontrarás una lista de consejos útiles para crear tu introducción, analiza cada uno. Por ejemplo si lees el punto “Cuéntales el inicio de una historia”, ¿realmente tienes una buena historia que contar? Si no es así, continúa hasta encontrar la opción que más se acerque a lo que quieres hacer.

Enfócate en tu lector ideal

Es importante que escribas pensando en las personas que leerán tu escrito, piensa qué tipo de personas son tu público objetivo, ¿cuáles son sus objetivos, intereses, necesidades? Toma en cuenta las siguientes preguntas para poder aterrizar correctamente tus ideas:

  • ¿Qué es lo que le preocupa a tu lector?
  • ¿Cuáles son los objetivos que tu lector quiere alcanzar? ¿Cuáles son sus ambiciones?

En pocas palabras, expón el problema y plantea la solución. Redacta tu introducción explicando de qué manera tu escrito le ayudará a conquistar aquello que desea o evitar a lo que le teme.

Ejemplo:

“¿Has estado pensando en crear el logo de tu empresa y marca profesional? Sabemos que puede ser una tarea complicada, sobre todo si cuentas con pocos recursos, sin embargo existen una serie de herramientas que pueden facilitar el trabajo…”

¿Qué tono debes usar?

El tono también es un punto súper importante y que no debes descuidar. Viene de la mano del punto anterior. Una vez que has identificado a tu público objetivo o tu lector ideal elige el tono preciso para comunicarte con él.

No es lo mismo hablar con un adolescente sobre la música de moda que hablar con un abogado sobre derecho laboral. Usa expresiones coloquiales o un vocabulario más técnico dependiendo del caso.

Ejemplo:

“La etapa de lactancia materna fue una parte muy especial y emocional de mi vida. Saber que estaba dándole a mi bebé los nutrientes necesarios para su desarrollo me hacía sentir orgullosa, era mi cuerpo el que estaba produciendo el alimento para mi pequeñito…”

Define los beneficios de tu artículo

Cuéntales a tus usuarios qué ganará si invierte unos minutos de su tiempo leyendo tu contenido, ¿qué conocimientos nuevos tendrá al final? Busca algún beneficio que los lectores podrán obtener y úsalo como gancho ☺

La introducción a tu artículo debe ir de la mano con las expectativas generadas por el título y debe mostrar cuál es el propósito.

Ejemplo:

“En Instagram la primera impresión es lo que cuenta, por eso en este artículo te enseñaremos a utilizar un generador que te ayudará a crear una biografía sin excederte de caracteres.”

Muestra tu lado más sincero

Hoy en día nos encontramos cada vez más con textos que usan un tono infantil y condescendiente. Es por eso que te recomendamos ser completamente franco con tus usuarios, de esta forma establecerás un vínculo de confianza con ellos. A partir de aquí, en la introducción, al lector le quedará claro que podrá confiar en los siguientes párrafos.

Ejemplo:

“Vamos a analizar exactamente cómo hacer una introducción breve y efectiva. Y si en el futuro vuelves a tener problemas para crear introducciones regresa aquí y lee nuevamente la fórmula.”

Crea curiosidad desde el inicio

A las personas les gusta el suspenso y los secretos porque estos despiertan su curiosidad. Promete revelarles secretos de personas importantes o expertos sobre el tema y con esto lograrás tener su interés. Crea expectativa, pero no reveles tu incógnita en el inicio de tu escrito.

Háblales sobre las posibilidades que se abrirán después de conocer el “secreto” si te anticipas a ese aprendizaje los motivarás para continuar la lectura ?

Ejemplo:

“En los últimos meses has visto en grupos de Facebook uno que otro artículo sobre los chatbots, ¿qué es un chatbot? ¿Y cómo puede un “chatbot” ayudarme en mi estrategia? ¡Tranquilo! Después de leer este artículo, los chatbots dejarán de ser un misterio para ti…”

Cuéntales el inicio de una historia

Otra forma de iniciar tu introducción es crear una historia para familiarizarlos con la temática del texto que vas a presentarles. Puedes presentar algunos ejemplos para hacer que el usuario se identifique con la situación expuesta. Con esto podrás hacer que exista compromiso y voluntad de revelar cuál será el final de la historia.

Ejemplo:

“El día que conocí las redes sociales fue el día más divertido de mi vida. De repente me encontré con mucha gente contando historias sobre su día a día… ”

Hazle saber qué podría estar haciendo mal

El hecho de saber que aquella persona podría estar haciendo algo mal es una oportunidad que puedes tener para llamar su atención. Tus lectores van a interesarse por la solución que les ofreces, pues generalmente todos queremos dar lo mejor en nuestras actividades y no desperdiciar nuestros esfuerzos.

Aprovecha esta oportunidad para usarla como un gancho y atrapar a tus usuarios ?

OJO: asegúrate de resolver sus problemas a lo largo del escrito, no prometas algo que no puedas resolver con la información que vas a presentarles.

Ejemplo:

“Azure, la plataforma en la nube de Microsoft, es una herramienta que facilita la construcción de aplicaciones, pero tal vez hayas tenido algunos problemas con su configuración. Bueno, Azure Advisor está aquí para abordar esos desafíos, y poder obtener una vista previa de forma gratuita.”

Plantea preguntas retóricas

Si planteas una pregunta retórica al inicio, claramente no esperas a que el lector responda al texto. Sin embargo, la reacción que él tendrá mientras siga leyendo es responder esos cuestionamientos, incluso inconscientemente.

Estas preguntas o cuestionamientos van a estimular la reflexión de tus usuarios y vas a lograr que perciban la relevancia del tema sobre el que está leyendo.

Sé creativo al plantear las preguntas, echa a volar tu imaginación.

Ejemplo:

“¿Sabes cuántas calorías debes consumir al día? Si descuidas este aspecto podrás llevarte una gran sorpresa la próxima vez que subas a la báscula. Durante este artículo te guiaremos para saber calcular cuántas calorías puedes consumir al día.”

Usa una anécdota personal

Las anécdotas personales y las historias provocan que nuestra mente se enganche con la lectura desde el primer momento. La gente no se cansa de escuchar historias y si se sienten identificadas con ella podrás lograr que sigan leyendo. Puedes comenzar contando una situación divertida o planteando un problema que hayas tenido y así el lector estará ansioso por saber cómo lo solucionaste.

Ejemplo:

“Cuando era pequeña y mi papá me llevaba al súper mercado siempre me hacía reflexionar sobre el futuro que me esperaba: ¿cuántos hijos quiero tener? ¿a qué edad me quiero casar? ¿qué quiero ser de grande? ¿a qué me voy a dedicar? Lo cierto es que cuando ese futuro te alcanza, no estás preparado para afrontarlo…”

Comparte un dato interesante

Comparte un dato interesante

Los datos interesantes de fuentes acreditadas además de ayudarte a atraer lectores le darán mayor credibilidad al contenido de tu escrito. Te recomiendo asegurarte que los datos que utilices sean reales, no inventes información para llamar la atención. Investiga en fuentes relacionadas con el giro del que estás hablando, usa números exactos e indica la fuente de donde tomaste el dato.

Otra forma de usar datos interesantes es hablando sobre algo que no esté relacionado al tema, los lectores pensarán: ¿qué tiene que ver esto con el tema central? ¿cómo van a relacionarlo?

Ejemplo:

“¿Sabías que si una persona no se cortara el cabello a lo largo de toda su vida, su cabellera mediría 725 km aproximadamente? Qué interesante, ¿no? Así de interesantes pueden ser tus anuncios en Facebook o Instagram…”

Comparte una lección de vida

Desde los comienzos de la humanidad, las personas se dejan guiar por lecciones aprendidas para sobrevivir en el día a día. Si conoces una lección que pueda ilustrar el contenido de tu artículo sería una muy buena opción para incluirla en tu introducción y conectar con tus lectores.

Ejemplo:

“Ser padres es una responsabilidad muy grande y una tarea muy difícil, peor aún si somos primerizos. Aún así, la experiencia se va adquiriendo poco a poco a partir de los errores y los aciertos. La experiencia nos otorga el conocimiento…”

Cuenta el final de la historia primero

Podría sonar ilógico, ¿de qué forma podría enganchar a un lector contándole el final de la historia en la introducción? La clave está en la forma en que contarás dicho final, trata de no dar tantos detalles ya que la intención es crear intriga.

Ejemplo:

“Cuando nos dimos cuenta todos habíamos alcanzado la meta y estábamos listos para seguir avanzando en el camino. Debemos decir que llegar hasta ahí no fue fácil pero todo ha valido la pena…”

Una leve confrontación puede ayudarte

Hacer una confrontación es otra opción para incluir en tu introducción pero tendrás que cuidar muy bien la forma en que lo redactes, existen confrontaciones sutiles y otras un tanto agresoras. Toma en cuenta que la intención no es molestar al lector sino hacerle notar que algo no está bien.

Ejemplo:

“Durante los últimos meses has notado que la publicidad en Facebook no te está funcionando bien y has pensado “Facebook tiene la culpa” pero no, muy probablemente el error lo estás cometiendo tú y te diré por qué…”

10 Tips de para redactarla mejor

  1. Evita llenarla de información, podrías agotarte tus recursos y aburrir a los lectores.
  2. No hagas introducciones eternas, a menos que tu documento sea extenso.
  3. Demuestra que dominas el tema a la perfección.
  4. Sé claro y conciso. Se recomienda abarcar del 8% a 9% del total de palabras de todo el escrito.
  5. Basándote en toda la información que tienes empieza a redactar tu introducción.
  6. Asegúrate de utilizar el tono correcto dependiendo del tipo de texto.
  7. Usa un lenguaje sencillo y fácil de comprender. Si vas a redactar un texto con contenido más técnico procura ser claro para no confundir a los lectores.
  8. Una alternativa podría ser redactar tu introducción después de haber terminado tu escrito, así tendrás más claro todo y te sentirás más seguro al redactarla.
  9. Si te sientes aburrido al escribir, podrías transmitirle ese sentimiento a tu lector y perderlo 🙁
  10. Evita empezar con citas famosas o definiciones de diccionario.

No olvides que la primera impresión es la única oportunidad que tendrás para atrapar a todas aquellas personas que entren a tu blog, ¡úsala sabiamente!

Una forma de generar nueva audiencia es presentar contenido “bonito” y que les aporte algo nuevo. Si no dedicas el tiempo necesario para hacerlo seguirás teniendo los mismos lectores de siempre.

Ahora que sabes cómo hacer una introducción pon en práctica estos consejos y crea introducciones que enganchen, que obtengan el interés de tu lector rápidamente y que motiven a los usuarios a querer saber más.


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